La reciente instalación de un retén de la Fiscalía General de la República (FGR) continúa provocando inconformidad entre habitantes y viajeros de la región, quienes cuestionan la pertinencia de estos operativos en plena temporada decembrina. Después de un año prácticamente sin presencia visible en las carreteras, ahora los agentes federales se ubicaron en el kilómetro 87 del tramo Camargo–Delicias, lo que generó nuevas críticas.
A través de redes sociales, múltiples usuarios señalaron que, en lugar de desplegarse en corredores carreteros donde ya operan corporaciones estatales y federales, la FGR debería enfocar sus esfuerzos en zonas de la sierra, donde existen problemas de seguridad de mayor gravedad y donde la presencia de elementos especializados es realmente necesaria. “Allá sí se requiere vigilancia, no aquí”, expresaron varios paisanos que viajan por la región.
El alcalde de Delicias, Jesús Valenciano, también ha hecho públicas sus preocupaciones luego de que ciudadanos denunciaran presuntas extorsiones por parte de agentes federales, quienes habrían solicitado 200 dólares a paisanos que circulaban por la zona. Tras estas declaraciones, la propia FGR envió un oficio buscando aclarar la situación, mientras el caso fue expuesto ante la Mesa de Seguridad estatal.
Con el nuevo punto de revisión ahora colocado entre los municipios de Camargo y Delicias, viajeros y residentes esperan que la presencia de los agentes tenga un objetivo claro y operativo, y no derive en nuevas quejas o presuntos actos indebidos. Para muchos, el verdadero reto será demostrar que el retén responde a una estrategia de seguridad y no a prácticas que ya han sido señaladas por la ciudadanía.
Mientras continúan los comentarios y reportes en redes sociales, el llamado más recurrente es contundente: que la corporación acuda a los lugares donde realmente se requieren operativos y vigilancia reforzada.








