En Delicias la casa pesa
En Delicias, y en toda la región de la Tercera Zona, no se habla de otra cosa: béisbol, béisbol y más béisbol. El aire huele a diamante, el sol calienta más cuando se juega en casa, y los nervios están a flor de piel porque este fin de semana Algodoneros se juega el todo por el todo.
Sí, venimos de perder dos juegos complicados en Juárez. Y sí, el ánimo de la raza anda algo caído… pero no se nos olvide: este equipo se ha levantado de cosas peores, y lo ha hecho con carácter, con garra, con el corazón latiendo fuerte bajo el uniforme.
Porque este no es cualquier equipo. Lo digo con todas sus letras: este Algodoneros es el mejor de la última década. No solo por su récord, sino por la pasión con la que juegan, por la entrega que demuestran y por cómo han conectado con su gente. El béisbol de Delicias no es solo deporte, es cultura, es identidad, es parte del ADN del desierto.
Pablo Cadena y su cuerpo técnico tendrán que estudiar fino a los Indios, porque la estrategia para este fin de semana tiene que ser quirúrgica. Pero no lo dudo: si alguien sabe cómo levantarse y sacudir la presión, es este equipo. Lo han hecho antes, y lo harán otra vez. Tenemos un buen manager.
Y aquí viene lo bueno: este año, gracias a las gestiones del Patronato de Béisbol, del presidente municipal Jesús Valenciano y del diputado Roberto Carreón, se aprobaron 12 millones de pesos para mantenimiento del estadio. Sí, leyó bien: 12 millones, etiquetados, asignados y justificados para el único estadio de Chihuahua con esta proyección.
Y sí, habrá quien diga “¿por qué no mejor en otra cosa?”, pero hay que entender que estos recursos están etiquetados, no se pueden desviar ni mover a gusto del ciudadano de Facebook. Están ahí porque alguien luchó por conseguirlos, y si están disponibles, hay que aprovecharlos. Porque no hay estadio, no hay equipo, no hay afición que aguante si no se invierte.
Y no lo digo nada más como aficionado. Lo digo como alguien que desde hace ocho años forma parte del Patronato de Béisbol de Delicias, y que ha visto desde dentro cómo se está escribiendo una nueva era del béisbol moderno en nuestra ciudad.
Una era que no sería posible sin la visión de gigantes. Aquellos integrantes de la Promotora Deportiva que apostaron por un estadio digno, que imaginaron que aquí se podía jugar en grande y trajeron de vuelta el béisbol con nombre y apellido.
Visionarios como:
Kiko López, Moisés Gandarilla Rubio, Rubén Valles Mata, Carlos Rodríguez Carrillo, Fernando Ramírez Castillo, Juan Ignacio Medina Muñoz, Arturo Enríquez Pando, José Arturo Ortiz Salcido, José Bustamante Gómez, Andrés Guevara Solís, Edgar de Ávila Flores, entre otros.
Gracias a ellos hoy Delicias tiene un estadio que es orgullo estatal, una afición de primera y una historia que sigue escribiéndose.
Y si hablamos de presente, el Patronato actual también está haciendo historia. Con una estructura empresarial de primer nivel, una mercadotecnia aplicada con inteligencia, y un liderazgo que no solo administra, sino que impulsa, sueña y concreta.
Desde esta trinchera quiero hacer una pausa para reconocer, con todas sus letras y con el corazón en la mano, a quienes han logrado este PENTACAMPEONATO histórico:
Los jugadores, primero que nada: grandes, valientes, apasionados. Cada entrada que juegan, cada base que roban, cada batazo que dan, lo hacen con el alma puesta en el escudo. Nos hacen vibrar, nos hacen creer. ¡Gracias!
Y por supuesto, al Patronato y Comité:
Los Márquez, Nino, Chilaca, Beto, Toño, Saúl, Luis, Panchito, el profe, Carlitos, Joel, Daniel…
Y sobre todo, a Rafa González, presidente del Patronato, quien ha sabido llevar esta responsabilidad con altura, visión y constancia. Rafa: no siempre la raza está contenta, pero nadie puede negar que has hecho historia. Gracias por tanto.
Así que este fin de semana, Delicias tiene una cita con su historia. Vamos al estadio, vamos con todo, porque la casa pesa, y con el apoyo de su gente, Algodoneros es invencible.
