Andrea Chávez, virtual senadora electa, no detuvo su campaña. De la constitucional que concluyó el dos de junio, pasó sin hacer escala a la precampaña por el gobierno del estado, con una gira de las gracias y el estribillo de que, fatalmente, Chihuahua será gobernado por Morena a partir del 2027, cuando las elecciones locales.
Andrea ha demostrado ser una joven política astuta y echada para delante, convencida de que será ella la candidata del oficialismo e intentando convencer de que todo está perdido para el PAN. Con ese tema se ha reunido con empresarios, algunos de los cuales se pliegan temerosos a los nuevos empoderados del populismo.
La estrategia de “ya ganamos el estado” es una burda copia de la campaña emprendida por Claudia Sheinbuam y diseñada por López Obrador, cuya percepción nutrieron con encuestas pagadas. A esta cantaleta adose el viejo recurso de dar las gracias para extender la exposición mediática y tiene la precampaña de la diputada.
Sin embargo no hay tal, primero por que es una mentira que Andrea Chávez traiga la candidatura en la bolsa. En esa carrera también juegan activamente Cruz Pérez Cuéllar y la enorme cartera del municipio, Ariadna Montiel y sus relaciones al más alto nivel del régimen, Juan Carlos Loera que ya les ganó la interna una vez y el tapado. Siempre hay un tapado.
Segundo por que es una arrogancia total decir que, pase lo que pase, Morena ganará la próxima elección estatal. Tres años son muchos y todo puede pasar, por ejemplo una profunda crisis (ojalá y no, todos perderíamos) financiera que han pronosticado la mayoría de los analistas internacionales. En ese caso el descrédito del régimen sería brutal.
Y tercero por que todavía no hay certeza absoluta de quien mandará en el régimen, una vez que Claudia Sheinbaum asuma el poder. Hoy no hay duda, López Obrador sigue siendo el mandamás y lo seguirá siendo hasta el último minuto de su gobierno, ¿pero después? ¿seguirá ejerciendo el poder tras el trono, convirtiendo a Sheinbaum en su juanita?.
Esta respuesta nadie la tiene y dependiendo de cómo quede resuelta, será el destino de muchos aspirantes a gobernador. La suerte del principal la corren los accesorios, los acelerados por llegar al gobierno, tanto en Chihuahua como en el resto de los estados donde habrá elecciones, no son más que meros accesorios en el tablero de las grandes decisiones.
Lo que en todo caso debe hacer la joven Andrea, si realmente quiere ganarse el respeto de los chihuahuenses, es explicar quién le paga su costosa campaña en tierra y redes, porqué defiende a violadores seriales como el impresentable Salgado Macedonio y cómo financió sus ostensibles informes de diputada.
Muchas cosas debe informar si busca credibilidad y respeto, pero podría empezar por algo más simple, gestionar ante el Gobierno Federal que reparen los destrozados tramos carreteros que tanto daño causan a los conductores. Son diputados y senadores para andar de faroleros, pero cuando se trata de ver por Chihuahua no hacen nada.
Rompeolas
Lo mejor que puede hacer Felipe Calderón, tras el desastre electoral del dos de junio, es guardar silencio y permanecer en España. Marko Cortés, ciertamente, ha sido uno de los peores presidentes del CEN del PAN, factor determinante en la derrota pasada, pero el expresidente michoacano no tiene cara con qué reclamar, cuando tuvo el poder lo dilapidó en una guerra fallida contra el crimen organizado e hizo del PAN una ínsula de su gobierno, abandonando a la entonces candidata panista a su suerte. Se ven patéticos los panistas peleando en público, si tuviesen el menor propósito de autocritica ya estarían pensando en la refundación del partido, no sacándose trapos al sol unos a otros para felicidad del oficialismo que los despedazó.
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Reportan que alito Moreno, impresentable presidente del PRI, convocó de urgencia a los presidentes estatales del partido, senadores y diputados electos a una reunión en el CEN. El motivo de la agenda no se conoce, pero los convocados salieron convencidos de que fueron requeridos con la idea de enviar un mensaje de unidad partidista, frente al reclamo de los gobernadores que piden la renuncia de Moreno. Ninguno de los presidentes estatales ni diputados o senadores opondrá resistencia a la reelección perpetua de Alito, ellos están cuidando su chuleta y los exgobernadores son lo que menos les importa. Pero el movimiento reivindicador es interesante, podría ser la base de un nuevo movimiento político nacional, si saben gestionarlo adecuadamente.
