Las fuertes lluvias que azotan la provincia de Anhui, en el este de China, han desencadenado una crisis humanitaria con más de 800.000 residentes afectados y cerca de 195.000 personas evacuadas, según informes oficiales.
El caudal del río Yangtsé en Anhui ha superado los niveles de advertencia, provocando un aumento continuo de las aguas. Además, 19 ríos de la provincia han visto cómo las lluvias torrenciales elevaban sus niveles por encima de las alertas establecidas.
Las autoridades locales han desplegado un total de 26.000 personas en ocho ciudades de Anhui, incluyendo aquellas a lo largo del Yangtsé, para monitorear diques y presas como medida de emergencia ante la creciente amenaza de inundaciones.
El Ministerio de Recursos Hídricos ha señalado que el Yangtsé, el tercer río más largo del mundo, está experimentando su “primera gran inundación” del año 2024. Esta situación se suma a las advertencias del Observatorio Meteorológico Central de China, que solicitó la suspensión de actividades y la preparación ante posibles desastres naturales como torrentes de montaña, corrimientos de tierra y flujos de lodo.
Con la influencia de fenómenos climáticos como El Niño, se prevé que China enfrente tanto inundaciones como sequías entre junio y agosto de este año, lo que representa un desafío adicional para un país que ha sido golpeado por desastres meteorológicos en los últimos años. Las autoridades chinas instan a la preparación y a la toma de medidas preventivas para mitigar los impactos de estos eventos extremos en la población y la infraestructura del país.
