Crónica de un pasado doloroso.
Fue Hace Cuatro años, en marzo 2020, cuando se declaraba el cierre de todas las escuelas en nuestra República mexicana a causa de un virus, dándonos la noticia el gobierno federal a través de las televisoras interrumpiendo su programación habitual, como si fuera una película de ficción de Hollywood. Informando que sería de manera temporal y por prevención, sin imaginar que después de sugerir la recomendación de “sana distancia”, se vendría una cuarentena que duraría más de dos años, implementando con ello campañas enérgicas e incomprendidas como la de “ quédate en casa”.
Sin embargo, los mexicanos permanecíamos escépticos y renuentes a acatar las medidas de seguridad, sin imaginarnos la terrible catástrofe sanitaria que vendría arrasando con toda humanidad a su paso.
Pero cómo fue que se desató esta mortal enfermedad; ; sería en el mes de noviembre del 2019, en algún lugar del mundo llamado Wuhan, en China, en un mercado de animales, según explican científicos fue que se originó el brote del virus COVID-19, dicen que un hombre de 55 años lo contrajo a causa de las eses fecales de los animales salvajes que se encontraban enjaulados en ese lugar.
Descartando mitos y creencias de qué había sido fabricado en un laboratorio para destruir a la población más vulnerable.
La pandemia se extendía por todo el mundo, para el mes de enero del 2020, ya eran miles los contagiados, en Japón, Tailandia, en Europa, Estados Unidos de América, llegando rápidamente a los países de América Latina.
El gobierno de la República mexicana anunciaba posibles brotes, sospechosos, y algunos como casos leves, mientras las psicosis y el terror se desataba en toda la nación a través de imágenes de videos y testimonios en redes sociales, en lo que el gobierno reportaba 100 mil muertes a causa del fatal virus.
Muy pronto colocandonos entre los primeros lugares a nivel mundial, por la tasa brutal de mortandad por COVID-19.
la Organización Mundial de la Salud declara que sólo en nuestro país se pueden comprobar 625 mil decesos a causa del virus, pues explican que son muchísimos los casos que no se reportaron la causa real de su muerte, además de los suicidios o enfermedades que se agravaron con la pandemia. Sin embargo una luz de esperanza brillaba en el camino a los mexicanos pues nos convertiríamos en el primer país en obtener la vacuna contra el COVID-19, aplicando la misma a partir del mes de diciembre del 2020, con los servidores de salud de primer nivel en control de COVID , dando continuidad en el mes de febrero del 2021 al demás personal de salud y adultos mayores de 60 años, hasta cubrir con toda la población en general en el mes de marzo del 2022.
Durante la aplicación se vivía con miedo e incertidumbre, con interminables debates sobre la vacuna, mientras algunos esperábamos turno otros se negaban la posibilidad de vida.
Recuerdo madrugadas resguardando con recelo el turno de nuestros adultos, aún con las inclemencias del tiempo, airoso, frío pero con la fe de recibirla.
Es así como concluyo esta crónica, recordando los frágiles que somos ante la adversidad y lo incapaces ante lo desconocido.
“La cafetera”.Por: María Matilde Lopez Aguirre.
