En la devastación institucional del país, el INE resistió con admirable fortaleza, respaldado por los ciudadanos como nunca se vio. La gente se volcó a las calles destrozando los planes A, B y C del presidente, afanado en desmantelarlo. Sólo contuvo la feroz ofensiva hasta que consiguió subordinar la presidencia del órgano ciudadano a su interés personal. Con todo, hoy trabaja en relativa independencia, pongamos que su impulso de cooptarlo quedó a medias. Debilitados y en peligro de nuevos atentados, INE y Trife aguantaron de píe el riguroso acoso presidencial. Con ellos iremos a las elecciones del año que viene.
El Poder Judicial es la otra institución cuyo sentido de responsabilidad y autonomía desquicia al presidente, no soporta que contengan su propensión autoritaria. El primer intento contra su autonomía fue colonizarlo, el fracaso de los dos años más para Zaldívar. Después hizo cálculos pretendiendo manipularlo con cuatro nombramientos de nuevos ministros de la Corte, pero sólo dos resultaron incondicionales, el “me equivoqué… por que ya no están pensando en el proyecto de transformación”.
Pero López Obrador es un hombre de contumacia probada, no da batalla por perdida ni ceja en su empeño devastador, usualmente movido por un desarrollado apetito de venganza. El ejemplar desempeño de los ministros y la digna conducta de la presidenta Norma Piña, colocó al Poder Judicial frente a la ira presidencial, ahora quiere devastarlo, reducirlo a un brazo ejecutor de su régimen populista. Lo que vemos es una ofensiva bien dirigida contra la justicia mexicana, no un pleito entre poderes. Aquí sólo hay un agresor, ministros y personal no hacen más que defenderse y ejercer con independencia del Ejecutivo.
En esa tarea destructora encontró la siempre fiel complicidad de sus, si, sus legisladores porque son de él no del pueblo, ejecutando el sucio trabajo de amonestar severamente el poder insumiso. Está convencido de que los ministros cometieron el pecado capital de la corrupción, imperdonable en la secta que pastorea. De ahí desdobla la falta a gusto del momento: corruptos, dispendiosos, derrochadores, inútiles, perezosos, siervos de la oligarquía que no hacen justicia al pueblo y por tanto innecesarios. Indigna escuchar de su boca las peores ofensas, mientras se solaza llamándose demócrata, pacifista, tolerante. Miseria de ser humano.
De la prédica pasó a los hechos, los diputados de Morena y sus aliados abyectos aprobaron la cancelación de 13 fideicomisos del Poder Judicial, 15 mil millones de pesos en total. El senado concluirá el atraco la próxima semana, probablemente el miércoles, también ahí hacen mayoría simple. Ignacio Mier, coordinador de los diputados de Morena justificó el infame atentado con una seguidilla de adjetivos nobles. Queremos, dijo, un Poder Judicial independiente, imparcial, eficaz, auditable, austero. ¿En qué se relaciona el golpe artero a los fideicomisos con los conceptos anteriores?. Es una narrativa mentirosa y cínica, su pretensión es doblar a la institución.
En el régimen de la cuatroté, austeridad y ahorros son a gusto de López Obrador. Durante su administración los fideicomisos del Ejército aumentaron más de 1,770 por ciento con cerca de cien mil millones de pesos manejados en la mayor opacidad. Sus diputados acaban de aprobar un fideicomiso para el Tren Maya por 100 mil millones de pesos, otro para operar los aeropuertos entregados a Ejército y Marina, mientras redujo los de Ciencia y Tecnología y decenas más. Los modos soberbios y autosuficientes denotan un megalómano “el presupuesto soy yo”. Me sirves y adulas te colmo de dinero, cumples con tu deber sin atender mis ordenes, estrangulo tu ingreso hasta doblarte por inanición.
El otro estribillo sobre el que motiva el atentado a instituciones insumisas, es el combate a la corrupción y el dispendio. Otra mentira enorme, sólo el fraude a Salgamex, el mayor registrado en la historia del país, dos veces superior a la estafa maestra, es de 15 mil millones de pesos, equivalentes al monto total de los fideicomisos del PJ y el director responsable de la estafa, Ignacio Ovalle Fernández, goza de absoluta impunidad por ser amigo personal de López Obrador. Está detenido únicamente un funcionario muy menor. El cuantioso desfalco a las arcas nacionales en Salgamex es es una muestra pequeña de la espantosa corrupción que lo circunda. La Auditoria Superior de la Federación documentó pérdidas por 332 mil millones de pesos, costo por cancelar el aeropuerto de Texcoco, frente al enojo presidencial después redujo la cifra. Pero su primer secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, testigo y operador de la cancelación, calculó las pérdidas en alrededor de 350 mil millones de pesos. Tirar a la basura esa suma inimaginable de dinero es un acto superior de corrupción. Ya no hablo de la opacidad y el espantoso dispendio de dinero en Dos Bocas y el Tren Maya, fuentes inagotables de corrupción.
En el mundo paralelo donde reina sobre súbditos leales y felices, satisfecho de que los otros datos describan su realidad imaginaria, la corrupción es inconcebible, el dispendio un lejano recuerdo. En ese mundo virtual, gobierno y pueblo son buenos y honestos por definición, por el simple hecho de vivir en esa especie de universo macuspano idílico. El pecado de la corrupción y los lujos sólo está presente en las últimas instituciones no redimidas, en general pertenecen a los mundos del pasado neoliberal y conservador. En su liturgia, el atentado contra el Poder Judicial es un acto de redención, un ejercicio purificante que los haga dignos de ingresar a su reino de bondad y decencia.
Pero distraído como está en conciliar los otros datos con su realidad y rescatar de la iniquidad a los últimos infieles, no se entera de que el chipilín es un gusto adquirido. Ignora que más allá del chipilín y Macuspana existe otro mundo, uno donde las personas quieren ser libres no súbditos, una realidad real desde el cual se aprecian su mundo de atmósfera saturada con mentiras, falacias, ofensas. Es un mundo donde la corrupción los ha impregnado a todos, de modo que, como los mendigos desaseado, no se dan cuenta de los fétidos humores que despiden entre si.
Rompeolas
*Más presupuesto a Fondo de Artistas y Creadores
La séptima emisión del fondo Muncipal para Artistas y Creadores, plataforma para incentivar a los artistas locales que buscan producir y difundir sus producciones culturales en las letras, musica, teatro, danza, audiovisuales, gastronomía entre otras, estará dotada con 3.7 millones de pesos que beneficiarán a mas de 30 proyectos. Además de fortalecer este fondo con mayor presupuesto, realizaron un proceso de focus group con artistas y creadores a fin de enriquecer la convocatoria de modo que sean los mismos beneficiados quienes van definiendo el rumbo de este fondo que cada vez es mas importante.
